Rafael “Chapi” Ferrer, centrocampista que formó parte del Atlético de Madrid en los años 90, jugó un papel crucial durante un periodo de transición para el club. Su capacidad para conectar el juego y su habilidad para mantener el control en el mediocampo le valieron el respeto de sus compañeros y entrenadores, aunque su nombre a menudo se olvida en las discusiones sobre jugadores destacados del Atlético.