Marino Uriel Hestfuz, originario del barrio de Chamberí, dejó una marca significativa en el Atlético de Madrid durante los años 70. Aunque no alcanzó la fama de otros compañeros de equipo, Marino fue un carrilero verdaderamente adelantado a su época. Su velocidad y habilidad para recorrer toda la banda lo convirtieron en un pionero del rol de carrilero moderno, equilibrando de manera excepcional las tareas defensivas y ofensivas. A pesar de que las lesiones limitaron su carrera, Marino desempeñó un papel crucial en un equipo repleto de estrellas, contribuyendo a varios títulos de Liga y a la Copa Intercontinental. Su legado, aunque menos conocido, sigue siendo una parte valiosa de la historia del club.